EL
MAL SUEÑO
Nada
era cierto. Todo había sido un mal sueño. Muy malo. Aquel día fue
el peor día que había vivido en toda mi vida. El sueño era
aterrador. No me dejaba despertarme. Ahora os cuento mi pesadilla.
Era de noche y las luces se encendían y se apagaban. Algunas farolas
se quedaban sin luz. De repente, un señor vino hacía a mi y todas
las farolas se apagaron. Yo estaba muy asustada y descubrí que aquel
señor no estaba solo, tenía una pesadilla. Corrí y corrí hacía
mi casa, pero me alcanzaron. Me llevaron a un sitio muy siniestro y
me ataron a una silla. Cuando se fueron aquellos hombres, cogí mi
teléfono y llame a mis pares pero por desgracia no había cobertura.
Aquellos hombres se fueron a un bar y yo salté con la silla y salí
a fuera. Por suerte, fuera había cobertura y llamé a mis padres.
Pero no cogían. Yo creí que estaban en un bar. Y acerté. Entonces
llamé a mi hermana. L conté la historia y vino lo antes posible.
Pero tardó una hora y cuarenta minutos en llegar. En la autopista
había muchos coches. Cuando llegó me quito las esposas. Las llaves
de las esposas estaban en una mesilla que había. Me soltó y fuimos
corriendo a casa. Cuando volvimos a casa nos encontramos a los
malvados, pero no nos reconocieron. Cuando mis padres llegaron a casa
les conté lo sucedido y llamaron a la policía y yo les describí a
los malvados. Los encontraron y me quede muy feliz de estar en casa y
de que atraparan a esos malvados. A partir de entonces no volví a
salir a la calle de noche sin ningún mayo conmigo.
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